Actividad 3: deberes y políticas europeas

 Uno de las cuestiones que se reflexionan en el terreno de la educación es: Tareas ,¿sí o no?

Desde el terreno docente, puedo dar unas pocas ideas sobre mi pensamiento en este aspecto, sin embargo como alumna tengo bastante más que aportar a este asunto...

En mis tantos años como pupila en los diferentes niveles educativos, rara vez recuerdo algún deber o tarea especial, de esas que te hacen estrujarte los sesos e involucrarte en el contenido. Normalmente, los profesores enumeraban una serie de ejercicios a última hora de la clase durante todos los días de la semana, es decir, además de las 6-7 horas lectivas de lunes a viernes, teníamos tarea, añadido a las pertinentes extraescolares o clases particulares, a las que todos los compañeros íbamos varias tardes semanales. 

Los ejercicios del libro, probablemente tuvieses un potencial divertimento o una posibilidad de debate en grupo, pero la realidad era llegar a casa, cansado de todo el día, y tener que hacer deberes. Spoiler: alguno siempre quedaba sin resolver. ¿ esto por qué puede ser? por falta de MOTIVACIÓN.

Las tareas escolares pueden ser tremendamente inspiradoras y con potencialidad suficiente para enganchar a los alumnos, siempre que tengan un buen enfoque. Dinámicas de grupo, temas atractivos, actividades que impliquen movimiento, búsqueda, una pequeña excursión, participación familiar...en definitiva, que todo ese conocimiento se instale en los cerebros de los estudiantes de una manera eficaz y bien asimilado.

Esta tarea, corresponde al profesor. No sólo se trata de dinamizar las tareas, sino también las clases, que ambas cosas vayan lo más acompasadas posible. Además, si se formulan de esta forma, pueden ser tareas diarias, que puedan realizar en su entorno con facilidad, accesibilidad y ganas. De esta forma, estos contenidos se asentarán con seguridad y firmeza en sus cabezas, transformando los contenidos en aprendizajes para toda su vida.

En cuanto a los objetivos educativos, por reseñar algunos:

  1. Elaboración de una ley de educación con la participación de la comunidad educativa. Igualar la inversión pública a la media europea, mediante los Presupuestos Generales del Estado y de las Comunidades Autónomas. Ir aumentándolo de manera progresiva hasta un 7% del Producto Interior Bruto (PIB)
  2. Creación de un Fondo de Compensación Educativa que aseguren el derecho a la educación desde la Educación Infantil a la Educación Superior incidiendo en Programas específicos de refuerzo enfocados en colectivos, centros o zonas con mayores índices de fracaso escolar o abandono.
  3. Creación de un Instituto Nacional virtual en el que se recojan y potencien la creación y clasificación de materiales curriculares y recursos creados por docentes para su uso en las aulas. 
  4. Garantizar las becas y ayudas al estudio así como la gratuidad de servicios de transporte escolar y comedor.
  5. Reducción de la ratio en el alumnado.
  6. La enseñanza religiosa se desvincula del horario lectivo, junto con su simbología en cualquier espacio o centro educativo. Adaptación del calendario escolar teniendo en cuenta tiempos y descansos escolares. Hincapié en las enseñanzas públicas rurales.
  7. Educación para la paz.
  8. establecer la gratuidad de los estudios universitarios, sobre todo estudios de Grado.


Como siempre, los objetivos por una educación de calidad siempre son bienvenidos, siempre y cuando se aproximen lo más posible a la realidad...



Comentarios

Entradas populares de este blog

Actividad 1 y 2: EducArte en el arte

Actividad 15: La educación llevada al cine: Matilda