Actividad 15: La educación llevada al cine: Matilda

 Al hablar de educación en la gran pantalla, siempre recuerdo con cariño uno de mis primeros libros y su posterior película: Matilda.

Roald Dhal escribe esta historia en 1988, con una posterior adaptación cinematográfica en 1996, dirigida por Danny DeVito, y un musical en 2006 creado por la Royal Shakespeare Company.

La historia de Matilda Wormwood es la de una niña absolutamente brillante, que a la temprana edad de 3 años ya sabía leer, y ante la pasividad de unos padres completamente desinteresados por la crianza y educación de su hija menor también aprendió el camino hacia la biblioteca de su ciudad para devorar todos los libros que encontraba a su paso, además de saber desenvolverse de manera autónoma en sus tareas diarias.

Matilda ni siquiera estar escolarizada, asique suplica a sus padres, un vendedor de coches de segunda mano , y a su madre, un ama de casa ludópata, que la inscriban en el colegio, dirigido por la temible Señorita Trunchbull, que tiene completamente atemorizados a todos los niños y niñas del colegio.

Sin embargo, Matilda recibirá las enseñanzas de la señorita Honey, una profesora dulce y encantadora, que hace que sus alumnos disfruten de sus clases y adquieran los conocimientos de manera divertida y aplicada.

Durante su estancia en el colegio, Matilda tiene una serie de encontronazos con la profesora Trunchbull, lo que hace que la niña desate su ira contra ella, provocando de manera no intencionada, extraños y maravillosos poderes, los cuales termina usando en pos del bien común.

La película termina con un final muy feliz, ya que Matilda es adoptada por la Señorita Honey, y finalmente ambas disfrutan de la compañía y presencia de la otra.

Matilda, vista desde el punto de vista educativo, tiene un vínculo muy estrecho con una de las teorías de Fullat: " la educación es una saber globalizador comprensivo y crítico, de los procesos educacionales". ( Fullat, O. (1992) Filosofías de la educación) En ésta película, la Señorita Honey, instruye a sus alumnos en la libertad del aprendizaje, en la motivación e interés por aprender, con métodos llevados a la práctica que, en contraposición a los de la Señorita Trunchbull, promueven el desarrollo cognitivo de los alumnos, con ejemplos prácticos y una participación en el aula constante, de manera que todos los alumnos se sienten vinculados al aula, a la profesora y al proceso de aprendizaje.


Como cita para cerrar la entrada, creo que hay una de Roald Dhal que me parece realmente motivadora, quizá sobre todo cuando uno está en horas bajas:

 " Si te interesa algo, sea lo que sea, ve a por ello, abrázalo, ámalo y, sobre todo, apasiónate por ello. Lo tibio no es bueno. Lo caliente tampoco.  Ser incandescente y apasionado es la única opción."






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